Después de 20 años diseñando para firmas como Yves Saint Laurent y Dior, Francesco Russo fundó en 2013 su marca homónima para seguir creando zapatos concebidos como objetos arquitectónicos y herramientas de seducción. A diferencia de otros diseñadores, Russo no crea colecciones, sino que opta por ritmos para dar vida a sus piezas que reflejan el lujo y los deseos de sus clientes. Los zapatos de esta marca tienen la cualidad de ser personalizados y pintados en Patina, una técnica de coloración artesanal.